Hermana Muerte:
En este momento es de por lejos, unos de los momentos mas triste de mi
historia hasta ahora. No tengo la capacidad de expresar todos mis
sentimientos, pensamientos y emociones, por mi muro mental y mis
antiguos enemigos: los miedos.
Desde el 31 de mayo hasta
el 8 de junio del 2014 ha sido el novenario de mi abuela. Del espetaculo
religioso, de la despedida psicomagica. Del desprendimiento de los
corazones y mentes de nuestro tabues y el aceptamiento de un
insconciente colectivo, en donde este existe, en una dimension
desconocida. Mi abuela esta viva en una union magica en nuestra mentes y
corazones, en donde se transformo en muchos, como la mariposa
tecnicolor del gusano aberrante.
La realidad de la muerte
que he tenido presente, toca la puerta a recordame de su existencia, no
material sino idealista. Es una ruta metafisica, resultado de la
experimentacion intensa de nuestra existencia. Y es la unica razón de
aprovechar nuestra vida al maximo, como extraer todo el zumo posible, de
la mas dulce y apetitosa naranja. Y como la lluvia nos mantiene
concentrado en el refugio del calor anhelando del sol, nuestro astro
mayor con su abrazador calor, nos permite desear con intensidad la
lluvia. Asi la muerte nos hace anhelar vivir la vida con plenitud, la
vida nos muestra lo eterno que es la muerte.
Pero, al
meditar un poco, ¿la muerte no es tan misteriosa como lo es nuestra
existencia antes del nacimiento?. Aun asi, si uno lo piensa, el
nacimiento es solo la pronlogacion de dos seres que por el producto del
deseo, se engendro como una continuacion hacia su inmortalidad. Pero
para que eso ocurra, uno debe reproducirse como lo han hecho nuestros
astencesores y nuestros descendientes deben reproducirse como tu, para
que tu huella se una con la huella de muchos, y dure tanto como tus
descendientes se reproduzcan. Aun asi, uno era parte de nuestros
ancestros dentro de sus cuerpos, tambien fuimos parte del big bang y
seremos parte de la muerte de nuestro universo. Aun asi, no recordamos
esa experiencia antes del nacimiento. Y tanto el nacimiento se vuelve
tan misterioso, como la muerte misma.
Todo el mundo muere y
dentro de 100 años, la realidad nos habrá reciclado. Pero habran nuevas
personas, personas que actuaran por nuestra responsabilidades y
sistemas que habitan en nuestro imaginario metafisico, moviendose en lo
adimensional.
En si, es una tristeza de que nuestra era
todavia, no sepamos con certeza estas preguntas tan eternas, como el
imaginario mismo, o la especie que la creo. Ni sabemos con certeza de
donde venimos (aunque eso me inquieta menos, por que hay muchas mas
teorias al respecto) ni hacia donde vamos: todavia somos ciegos ante la
imponente naturaleza cosmica de lo no-uno, y aunque hemos descubierto
ciertas leyes que lo rigen, todavia nos sorprende lo impactante de su
existencia.
Por eso, mi abuela es el recordatorio de que
mi existencia debe dejar una huella y mas que seguir la cadena de la
vida, uno debe dejar esa huella metafisica que nos hará eternos hasta
que nuestros descendientes decidan lo contrario. Y la enseñanza mas
importante que creo que nos enseña tanto el nacimiento como la muerte,
es que nuestra existencia es corta y a la vez larga, cuando dejemos de
existir, el gusano aberrante se transforma en la mariposa tecnicolor.
La
muerte no es el fin, como tampoco el nacimiento es el comienzo y aun
menos la vida es fija. Una ley universal de la naturaleza cosmica del
no-uno nos invita a reflexionar: “nada se destruye ni se crea, solo se
transforma”, entonces, vivamos la vida intensamente y dejemos que la
realidad apubullante nos transforme en una nueva realidad. Por eso, te
entiendo hermana muerte que un dia me transformaras, pero antes de eso
viviré lo que me quede de mi vida, lo mas posible, hasta que se debilite
la existencia y necesite la transformacion constante que la naturaleza
cosmica de lo no-uno, debe aplicar sobre nosotros como la ha venido
haciendo desde nuestro uso de la conciencia, entregando asi, mi cuerpo
para la transformacion necesaria.
Nos seguiremos viendo, en el transcurso de la realidad misma.
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