domingo, 18 de mayo de 2014

Relatos Sangrientos 1: El Charco Rojo


Se escuchan varios disparos a los lejos. Eran las 7 de la mañana y eso fue lo que me despertó. Me levanté con dificultad, fui al baño y me lavé la cara, no consciente de lo que había escuchado. Después de un baño, desayuné lo que creo que es conveniente, me visto y salgo a la Universidad. 

Caminé
unos 5 metros cuando noto que las calles están vacías y mojadas, un clima gélido, un pálido sol y en mi frente un charco de sangre con un cuerpo que desprendía "humo". Mi cara se transformó. Nunca había visto un muerto de esa manera y menos con "humo". Pero lo que me paralizó y me dejo la mente en blanco, era que la victima era una secretaria ejecutiva de algún ministerio que no pude reconocer debido a que su carnet estaba destrozado. 


Pero no pude estar paralizado todo el tiempo que hubiese querido estar, debido a que no era el único cuerpo que estaba en la calle, sino habían otros más: Dos adolescentes con gorras y lentes de colores, un estudiante de primaria y un vigilante. Todos desprendían humo, con sangre en sus orificios y en sus pechos hoyos negros. Y en ese momento en que mi cerebro procesaba todo el cuadro de nefasta violencia, veo al final de la calle un muchacho con un arma nunca vista, disparando. 

Desaliñado, entré en pánico y en menos de un momento estaba debajo de un carro. Los muchachos con aquellas armas largas, con gorras y vestimenta muy holgada se montaron en motos, proliferando insultos a una banda que vivía en mi sector, viendo como las ruedas de sus motos destrozaban los cuerpos y cobrando venganza. 

Duré mucho tiempo. No recuerdo. Vino la policía y me sacó. Tomaron nota de mi versión. Mis vecinos me decían al oído que no contara nada, debido a que ellos nos conocían. Yo los conocí cuando se montaron en la moto. Pero se también que aquella mujer que ahora esta bajo tierra, era una amiga de aquel asesino. Tal vez hasta se acostaron y eso no le valió la vida.

Pero seguí, con dos consejos: No delates y evita pasar donde esta aquel peligro. Y además, como ustedes saben al sorprenderse, que le estoy comentando la noticia que nunca apareció en un periódico que regularmente compro o en un medio televisivo que generalmente veo. Solo apareció una golpiza y las muertes relacionada por crisis políticas  ¿Cuando tomaremos en cuenta que donde vivo y en otras partes hay asesinos en serie?


El relato es ficción. La moraleja y la historia entre lineas, no.

Maharba Fulov (J. A. Barreno)

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